El desafío de Eliud Kipchoge en 1:59 INEOS Challenge

Eliud Kipchoge, de 37 años y nacionalidad keniata, es un corredor profesional de carreras de larga distancia. En un principio se dedicó a los 5.000 metros, donde consiguió participar en múltiples finales mundialistas, ser campeón mundial junior y senior y obtener 2 medallas en juegos olímpicos.

El año 2012 dio un giró a su carrera, y corrió su primera media maratón, y al año siguiente su primera maratón obteniendo el primer lugar en Hamburgo. 

Hoy en día es considerado el mejor maratonista de la historia tras ganar 17 maratones, dos juegos olímpicos y obtener el récord del mundo en la Maratón de Berlín el año 2018, con un tiempo de 2:01:39 seg.

Ineos 1:59 Challenge

En mayo de 2019, unos días después de su victoria en el maratón de Londres, Kipchoge anunció otra versión del maratón de menos de dos horas, llamada Ineos 1:59 Challenge. 

La primera se realizó el año 2017 en Monza, sin éxito pero dos años más tarde el 12 de octubre de 2019 en el parque Prater de Viena, corrió 4,4 vueltas a la Hauptallee en 1:59:40, convirtiéndose en la primera persona registrada en la historia en romper la barrera de las dos horas en una distancia de maratón.

Ineos 1:59 Challenge no solo es un nuevo capítulo en la historia y una prueba que no hay límites, si no que creó una nueva forma de correr maratones.

Factores claves para el éxito de  Eliud Kipchoge en el Ineos 1:59 Challenge

Fueron varios los elementos y estrategias a considerar para lograr este hito histórico, a continuación te los contamos

• La formación que se utilizó con los corredores que acompañaron a Eliud, fue para vencer la resistencia del viento, para que Eliud fuera lo más aerodinámico posible. Estrategia que se utiliza principalmente en bicicleta, pero que no se había aplicado previamente en una maratón.

• Un ritmo de carrera parejo es fundamental para que el cuerpo utilice los recursos de manera más eficiente posible. Cuando se quiere lograr un objetivo así, esto es fundamental. Por lo tanto se utilizó la ayuda de un auto marca paso, que mantuvo una velocidad constante de 21.0975 k/h. Para mantener esta velocidad se creó un control de crucero 30 veces más preciso que la tecnología que actualmente cuentan los vehículos, ya que una modificación de 0.1 k/h por kilómetro habría significado que Eliud no lograra el récord. Se utilizaron dos sensores de velocidad y muchos puntos de chequeo para asegurarse que el auto conducía a la velocidad presupuestada para lograr el objetivo, además de contar con dos vehículos equipados con la misma tecnología en caso que hubiera una falla.

• El clima es un factor clave, Por ejemplo, si hubiera caído agua habría generado mayor peso en la ropa y zapatillas. Por lo tanto encontrar un lugar que tuviera las condiciones climáticas ideales no fue una tarea simple. Hubo 3 factores a considerar para elegir la fecha del challenge. La época del año donde Viena contara con las mejores condiciones, el día exacto de la carrera debió ser seleccionado con 72 horas de anticipación y las dos horas del día donde había mejores condiciones de viento.

• La elección de la pista también era un elemento muy importante a considerar, ya que tenía que tener la distancia exacta de 26.2 millas, ya que un par de metros más habrían dificultado conseguir el objetivo. Por otro lado, tenía que ser un circuito que tuviera la pendiente adecuada según la IAAF, que fuera amplio, y que la calle estuviera nivelada y bien acabada. 

También se prioriza que existieran la menor cantidad de giros y cambios de dirección, ya que esto se traduce en un mayor gasto de energía por parte del corredor. Además se pintó una línea en el suelo, que los corredores debían seguir para realizar el recorrido de la manera más eficiente. 

Finalmente con la ayuda de las nuevas tecnologías se realizó un escáner tridimensional de todo el entorno, para tener la precisión milimétrica de todos los cambios de elevación a lo largo del curso, para que fueran utilizadas en favor de Eliud y sus corredores. 

Mente y cuerpo

Eliud contaba con excelentes niveles de VO2 max, alto umbral de lactato y excelente economía de carrera. Él ya no podía mejorar más, por lo que había que sacarle el mayor provecho a su condición física y un buen equipo de apoyo. Kipchoge luego de casi lograr el objetivo en Monza 2017, estaba convencido que en Viena sí podría lograr su objetivo, por lo tanto el equipo de INEOS buscó la forma de poder ayudarle a bajar los 26 segundos necesarios. 

Viena no fue elegido al azar, además de estar  a 165 metros sobre el nivel del mar y el paisaje rodeado de árboles, proporcionaba el refuerzo natural que Eliud necesitaba para maximizar el efecto de su entrenamiento en altura en Kenia. Este circuito además permitió tener una gran multitud de público en todo momento y esto era clave ya que, el apoyo de la gente era fundamental para mantener la motivación de Kipchoge. Se estima que habían más de  120.000 personas en el parque de Plater ese día.

Además se trabajó el tema de cómo sería la nutrición de Eliud los tres días previos a la carrera. Ésta se practicó antes, para ajustar los alimentos, cantidades y la frecuencia para consumirlos. Por lo tanto, cuando se decidió qué día sería la carrera, la dieta ya no se podría modificar, ya que las 72 horas previas fueron claves para que tuviera el combustible necesario para la carrera. Si la fecha y hora se modificaba, Eliud podría haber comenzado a engordar y por ende a disminuir su rendimiento.

Durante la carrera, su manager le entregaba desde una bicicleta la cantidad justa de líquido que necesitaba. Luego se medía lo que quedaba en la botella y para monitorear exactamente lo que había consumido, y lo que requeriría los kilómetros siguientes.

Finalmente, fue en el 1:59 Ineos Challenge de Viena la primera vez que la familia de Eliud Kipchoge lo vió correr, para él era  fundamental que su familia estuviera en la línea de meta, así de seguro estaba que lograría cruzarla con éxito y cumplir el desafío. 

Todas las medidas de inclinación, distancia, puntos de partida fueron realizadas bajo los parámetros de la IAAF, para que fuera considerado como un récord válido. Sin embargo, el esfuerzo no contó como un nuevo récord mundial según las reglas de la IAAF debido a la configuración del desafío. Específicamente porque no fue un evento abierto, Kipchoge recibió fluidos de su equipo de apoyo en todo momento, la carrera contó con un auto de seguridad e incluyó equipos rotativos de otros corredores que marcaban el ritmo de Kipchoge en una formación diseñada para reducir la resistencia del viento y maximizar la eficiencia. 

El logro fue reconocido por Guinness World Records con los títulos ‘Distancia de maratón más rápida (masculino)’ y ‘Primera distancia de maratón corrida en menos de dos horas’.

Sin embargo, el 12 de octubre del 2019, Eliud Kipchoge y su equipo hicieron historia.